
A pesar de todo lo que nos digan los expertos acerca de los beneficios de una educación sin gritos, que podemos entender muy bien sentados tomando un café mientras los niños disfrutan de sus horas escolares, en momentos de gran «agitación familiar», lo que digan los profesionales muchas veces nos trae sin cuidado,…
Sin embargo, lo que nosotros pensemos, puede ayudarnos mucho más a superar las crisis familiares.
Pensar en nuestras razones para no gritar a nuestros hijos, puede ayudarnos mucho más.
Os dejo algunas de las mías, las que yo pensé es su momento:
1. No me gusta que me griten: Así que no tiene mucho sentido que yo grite a las personas que más quiero en el mundo,…
2. Si yo grito, ellos gritan. Y lo peor es que lo hacen con los mismos gestos, utilizando las mismas expresiones y tono de voz,… y eso impresiona mucho. Así que nada.
3. Si soy modelo permanente, tendrán que comprobar que los conflictos se pueden resolver de forma serena,… así que tendré que demostrárselo,…
4. Cada vez más y mas alto,… Hasta que das ese grito que te asusta hasta a ti, para comprobar acto seguido que todas las ventanas de la casa están cerradas,… Vale, si ha pasado, pasó. Si estaban cerradas las ventanas, mejor. Pero llegados a este punto, casi es mejor buscar otra estrategia algo más eficaz,…
5. Los gritos nos distancian de nuestros hijos. Con gritos perdemos respeto y autoridad, para dejar paso al miedo. Esto hace que además perdamos confianza y comunicación, claves esenciales en toda relación. Además,… la adolescencia está a la vuelta de la esquina.
Te dejo a continuación algunas preguntas que pueden ayudarte e reflexionar un poco sobre todo esto:
¿Cuáles son tu razones para educar sin gritos?
Feliz día!
Marihace 5 años
¡Hola! ¿Cómo hacer cuando tú lo tienes claro pero tu pareja no opina lo mismo? ¿Aunque ya hemos hablado sobre el tema pero opina que «estos métodos» no funcionan? En nuestro caso, nuestro hijo responde mejor a un trato respetuoso que ante los gritos, enfados, amenazas, tirones de oreja… pero el padre sigue opinando lo mismo, lo que en muchas ocasiones provoca un comportamiento peor en el niño y un conflicto entre nosotros. ¿Algún consejo? Gracias
Academia Ingléshace 5 años
Para educar hay que saber hablar y saber escuchar. De nada valen esos gritos que salen tan rápido de la boca para quedarse mucho tiempo en la mente de los niños.
Muy buen post y gran blog.
¡Un saludo!