refuerzo positivo Etiqueta

Inicio  /  Entradas etiquetadas como"refuerzo positivo"

A veces, por mucho que queramos a nuestros hijos, nos vemos atascados en el modo "todo lo haces mal", dejando pasar por alto muchísimas cosas que seguro que son buenas,  restando al mismo tiempo la oportunidad de hacer otras mejor. Una manera de revertir esta situación y que uso muchísimo cuando me encuentro atrapada en este tipo de situaciones, es practicando la rueda de la mente. Esta técnica simboliza la mente como una rueda, en cuyo centro hay un lugar seguro para serenarnos y elegir bien. 

Que los niños tengan una alimentación variada y en cantidades razonables, es una de las grandes preocupaciones de los padres. Preocupación más que justificada cuando los perceptiles no son muy generosos y el niño hace ascos a todo lo que sea verde, naranja, rojo y en general cualquier color. La tensión que se crea entre los padres puede llegar a crecer exponencialmente, al tiempo que se refuerza la actitud del pequeño. Hoy te dejo algunas ideas que han ido surgiendo en los talleres de trabajo de las distintas ediciones del curso online educar sin gritos, para reducir la tensión familiar, introduciendo a través del juego y de diferentes estrategias el hábito de comer bien.

En esta vida de locos que llevamos últimamente, cargados de responsabilidades de todo tipo, parece una heroicidad encontrar un minuto para parar y reflexionar. Pero la realidad es que cuando conseguimos hacerlo, las cosas funcionan mucho mejor. Prueba de ello, el menú semanal que tan de moda se ha puesto por facilitar tanto el día a día gracias al ahorro de tiempo, dinero y esfuerzo que conlleva.

Madre mía!!! Miro la fecha de la última publicación y hace siglos ya,... El trimestre pasado tuve mucho trabajo y no me dio la vida para casi nada. Desde finales de diciembre estoy más liberada, pero nos ha costado empezar el año con buen pie, debido a una recaída de uno de los niños, que nos hizo cambiar de planes de la noche a la mañana y que nos ha enseñado muchas cosas buenas de la vida,... Lo mejor de todo, que ahora que ya hemos conseguido centrarnos un poco más, vengo con muchas ganas de trabajar e inventar nuevas ideas!!! Así que poco a poco, vamos allá!!!

A estas alturas, muchos tenemos ya organizadas las actividades deportivas, música, pintura o idiomas de nuestros hijos para este verano. Viajes familiares, regiones por descubrir, reencontrarse con los abuelos, tíos y primos,... horas para no hacer nada y para hacerlo todo,... Pararnos a reflexionar acerca de lo que nuestros hijos necesitan como personas también durante el verano, es fundamental. Marcarnos objetivos y planificar con tiempo las distintas estrategias para alcanzarlos, nos va a permitir entrar de forma mucho más serena en estos meses ya de por sí algo caóticos, disfrutar de este tiempo y ya que estamos, crecer con nuestros hijos un poco más y un poco mejor.

EDUCAR SIN GRITOS: ORGANIZA EL VERANO

Hoy día, nos llega por todos lados la idea de organizar nuestra vida para optimizar nuestro tiempo y alcanzar más y mejor los objetivos que nos propongamos. Organizamos el menú, el trabajo, la limpieza de la casa, nuestro deporte semanal. Salimos de casa con libretas que llenamos de ideas, la lista de la compra, contabilizamos pasos que transformamos en calorías,... Pero, nos acordamos de organizar a nuestros hijos? Y con organizar a nuestros hijos, no me estoy refiriendo a su agenda escolar y extraescolar, cumpleaños, planes en casa de amigos, llevarles a comprar ropa,... Me refiero a observarlos, conocerlos y ver qué necesitan como personas en ese momento, pensar una idea, organizar un plan que les guíe y acompañarles después en su empeño.

Ya sabéis los que me seguís desde hace tiempo, que en casa me gusta que los niños ayuden en las tareas domésticas. No es mucho el tiempo que les quita y a cambio le encuentro muchos beneficios. Sin embargo, pese a lo convencida que estoy de ello, tiendo a caer en el "casi lo hago yo, que voy más rápido y lo dejo mejor", en el que quedo estancada sin darme cuenta un tiempo más o menos prolongado antes de que una voz interna que dice algo así como,... "...pero bueno, será Marqués,...?" me haga despertar.

Hace unas semanas os enseñaba varias de las cosas que tuve que hacer para centrar un poco mejor a los niños con las tareas del colegio, que más que descentrados estaban desordenados. Agendas, carpetas, mesas,... todo era un poco caótico. Lo que no sabia yo entonces era que, el plan mensual me iba a servir para ayudar a Micuarto Chiquitico a ir un poco más contento al colegio.

Hay momentos en la vida en los que todo va sobre ruedas, lo vemos todo hecho y nos sentimos genial con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea. Pero también hay otros en los que todo se pone patas arriba. Y la vida de nuestros niños, no es excepción. Pues aunque como padres, no tengamos duda de que esos niños son los mejores, hay veces que no podemos evitar perder la paciencia, porque ni los deberes, ni la ducha, ni la cama, ni los dientes, ni la obediencia, ni el orden,... NADA. Hay veces que NADA!. Estas veces, aunque parezca mentira, lo mejor es centrarnos sólo en una pequeña cosa para mejorar. Por varias razones:

No sé si alguna vez te viste suspirando aliviado, por haber sido tú el que encontró creciendo flora en la mochila de alguno de tus hijos, utilizando como sustrato algún viejo bocadillo olvidado. Quizás la misma mochila que te hizo estremecer al pensar que rompería alguna de las vértebras del niño, llevaba los libros y cuadernos de todas las asignaturas menos las del examen del día siguiente. Le perdiste la pista a la agenda que compraste a principios de curso? No empieza las tareas porque no encuentra lapicero? Se eterniza pasando demasiado tiempo con las tareas?

Hace tiempo que los días no lectivos recogemos la casa entre todos. Cuando eran pequeños esto no era así. Mientras ellos desayunaban yo iba recogiendo la cocina, poniendo lavadoras,... Si jugaban en la habitación, hacía las camas y recogía pijamas, si veían un poco de televisión, entonces apañaba a el salón,... claro que era trabajo, pero la cosa funcionaba.

El año pasado, publicaba esta entrada, que para mi fue clave durante los primeros años de maternidad. Cuando no tenía pequeños-mayores y todos eran pequeños-pequeños. Parece mentira que teniéndolo tan claro para por las tardes, nunca se me ocurriera para por las mañanas. Probablemente el cansancio perpetuo me impide tener una visión clara al respecto. Fue a uno de mis hermanos a quien escuché este verano decir algo así como: si un día salimos corriendo lo tengo claro, al día siguiente todos en pie 15 minutos antes.

Hace ya más de seis años, una profesora del colegio de uno de mis hijos, nos contó de pasada algo que pongo en práctica muchísimas veces y que nunca he comentado en este blog. Explicaba que cuando uno de nuestros hijos hace bien una cosa, muchas veces se nos pasa por alto brindarle la oportunidad de pararse a pensar en cómo se siente en ese momento. 

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar